Salud mental positiva como camino hacia una vida con sentido

¿Sabías que el Día Mundial de la Salud se celebra cada 7 de abril para conmemorar el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud en 1948? La OMS nació oficialmente ese día como respuesta a la necesidad urgente de contar con una entidad internacional que coordinara los esfuerzos globales en materia de salud.

Tras las devastadoras consecuencias sanitarias de la Segunda Guerra Mundial, y en un contexto de creciente interdependencia entre países, se hizo evidente que la salud debía entenderse como un derecho humano fundamental, y también como un pilar para la paz y el desarrollo.

La OMS fue concebida no sólo para combatir enfermedades, sino para promover un concepto integral de salud —como bienestar físico, mental y social— y para liderar una visión global en la prevención, el tratamiento y la promoción de condiciones de vida saludables en todas las regiones del mundo.

Desde aquel momento hasta hoy, han sido muchos los esfuerzos por promover la salud como un derecho universal. Pero, ¿de qué hablamos realmente cuando hablamos de salud? Existen diversos modelos sobre la concepción de la salud, pero aquí en CreSentia nos hemos decantado por entenderla a través del modelo de Salud Mental Positiva, propuesto por María Dolores Lluch Canut. 

Lluch Canut desarrolló un modelo teórico basado en seis grandes factores, que luego operacionalizó mediante la Escala de Salud Mental Positiva (SMP). Estos factores son:

• Satisfacción personal: el grado en que la persona se siente satisfecha consigo misma y con su vida.
• Actitud prosocial: la capacidad de establecer relaciones positivas, con empatía y solidaridad hacia los demás.
• Autocontrol: incluye la gestión emocional, la tolerancia a la frustración y la regulación del comportamiento.
• Autonomía: independencia para tomar decisiones y gestionar la propia vida.
• Resolución de problemas y autorrealización: habilidades cognitivas y actitud proactiva para afrontar desafíos, junto al desarrollo del potencial personal.
• Habilidades de relación interpersonal: calidad de los vínculos sociales, comunicación eficaz, capacidad para pedir y ofrecer ayuda.

En este modelo, la salud no se limita a la ausencia de enfermedad. Va mucho más allá: se entiende como un referente de calidad de vida, bienestar y propósito. Se trata de dar un paso más, de ir un poco más allá: imaginarte una vida saludable como una vida con propósito y sentido. Esto quiere decir que, para conectar realmente con un modelo integrador de salud en tu vida, no basta con pensar en ella como libre de enfermedad. También es necesario enfocarte, día a día, en construir elementos positivos que eleven tu bienestar actual.

Aplicar la salud mental positiva en tu cotidianidad puede parecer desafiante, pero es posible si empiezas por acciones pequeñas pero significativas. Aquí te compartimos algunas:

• Enfócate en construir relaciones duraderas. No se trata de la cantidad, sino de la calidad. Estamos entrando en una era en la que uno de los mayores riesgos es perder el contacto social. Ya se ha demostrado cuán importantes son los buenos vínculos para la salud mental. ¡No te dejes aislar!
• Aprende a relacionarte con tus emociones. La vida es un ciclo constante de momentos positivos y negativos. Tendrás emociones altas… pero también emociones bajas. La tarea no es eliminar las emociones negativas (aunque por todos lados parezca que eso es lo que deberíamos hacer). La tarea es relacionarte con esas emociones como mensajeras que pueden enseñarte algo de la situación y ayudarte a gestar un cambio. ¿Ya lo sabes hacer?
• Mantente en constante aprendizaje. Cuantas más habilidades tengas para resolver los retos del día a día, más cerca estarás de la salud y el bienestar. Los problemas —o mejor dicho, las situaciones que no van como esperabas— siempre sucederán. Es parte de ser humano. No controlamos todo. Las cosas pasan. La verdadera pregunta es: ¿qué cosas nuevas estás aprendiendo para enfrentarte mejor a ellas?
• Conecta con un propósito. No sé en qué creas tú, pero lo que sí sabemos, casi como una verdad universal, es que la satisfacción personal está profundamente ligada al sentido de propósito y legado.
  
  Entonces… ¿para qué te levantas cada día?

En CreSentia, creemos que la salud mental positiva es una forma real y posible de vivir con sentido. Si este modelo te resuena, quizás sea momento de dar ese primer paso hacia una vida con más propósito.

¿Te imaginas cómo sería dar ese primer paso? Reserva tu espacio gratuito y conoce cómo podemos acompañarte desde nuestro enfoque integrador. Porque la salud no es solo ausencia de enfermedad, sino la presencia activa de bienestar en tu vida.