¿Te ha pasado que estás realizando una actividad, pero tu mente ya está en la siguiente? ¿O que temes una situación y te imaginas el peor escenario posible? Si esto resuena contigo, quiero contarte que es algo normal. Así es como se manifiesta la esta emoción, una reacción natural que puede ser beneficiosa, ya que nos alerta sobre peligros y nos ayuda a prepararnos. Sin embargo, es importante reconocer cuándo la ansiedad se vuelve un obstáculo en nuestra vida y cuándo es momento de buscar ayuda.

¡Conoce sobre la ansiedad problemática!
La ansiedad es como una alarma de incendio que se activa ante un peligro real, avisándonos que debemos tomar acción. Por ejemplo, si tienes una entrevista de trabajo, la ansiedad te impulsa a prepararte, practicar respuestas y conocer la empresa. En este caso, la ansiedad cumple su función adaptativa porque te ayuda a enfrentar el reto. La ansiedad es una respuesta emocional normal y funcional que necesitamos todos los seres humanos ante situaciones estresantes (González & Rodríguez, 2019).
El problema surge cuando esta sensación se vuelve excesiva y, en lugar de impulsarte a actuar, te paraliza o te hace evitar las situaciones temidas. Es como si la alarma de incendio se activara con el simple vapor de agua en la cocina, generando un estado de tensión constante.
Nuestro cerebro emocional no siempre distingue entre una amenaza real y una imaginada, pero reacciona del mismo modo ante ambas, activando respuestas intensas que pueden dificultar nuestro bienestar diario. Como explica Barlow (2002), «la ansiedad patológica se caracteriza por una activación emocional intensa y una tendencia a sobreestimar la amenaza y subestimar la propia capacidad de afrontamiento«.
¿Cómo identificar la ansiedad problemática?
Podemos reconocerla cuando el miedo o la ansiedad son excesivos al punto de afectar distintas áreas de nuestra vida. Algunas respuestas comunes incluyen:
1. Respuestas cognitivas:
- Pensamientos rumiantes o sobrepensar.
- Preocupación constante.
- Imaginación de escenarios negativos.
- Sensación de incapacidad para afrontar lo que genera malestar.
2. Respuestas conductuales:
- Inquietud motora (movimiento constante de alguna parte de tu cuerpo o de ti en un espacio)
- Hablar constantemente acerca de lo que te encuentras sobrepensado
- Morderse las uñas o los labios.
- Impulsos de escapar, evitar o buscar constante reafirmación.
- Evitación de situaciones que generan ansiedad.
- Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
- Problemas de concentración.
3. Respuestas fisiológicas:
- Sensación de vacío en el estómago.
- Presión en el pecho.
- Sensación de peligro inminente o «desespero».
- Sudoración excesiva.
- Sensación de ahogo.
- Náuseas
- Temblores u hormigueo.
- Aceleración del ritmo cardíaco.
- Respiración agitada.
- Tensión muscular.

Un ejercicio práctico para entender tu ansiedad
Según la Organización Mundial de la Salud (2022), 301 millones de personas en el mundo padecen algún trastorno de ansiedad. En CreSentia te acompañamos a comprender el origen de tu ansiedad y a trabajar en herramientas para manejarla.
Para comenzar a diferenciar una preocupación manejable de una desbordante, te invito a realizar este ejercicio:
Durante la última semana y en la siguiente, registra:
- Los días en los que sentiste ansiedad.
- La situación que la desencadenó.
- Las respuestas que experimentaste según la lista anterior.
- La intensidad de la ansiedad en una escala del 1 al 10 (1 = baja, 10 = alta).
Este ejercicio te ayudará a tomar conciencia sobre tu ansiedad y determinar si está interfiriendo con tu vida diaria.
¿Cómo dar el siguiente paso? Tu bienestar es prioridad
Si sientes que la ansiedad está afectando tu bienestar, tus relaciones o tu día a día, no estás solo/a. En CreSentia, sabemos lo desafiante que puede ser convivir con esta sensación constante de inquietud, y por eso queremos recordarte algo importante: es posible volver a sentirte bien.
Nuestro enfoque terapéutico no solo busca aliviar los síntomas, sino ayudarte a comprender qué hay detrás de la ansiedad y brindarte herramientas efectivas para atravesarla con mayor calma, claridad y seguridad.
Sabemos que dar el primer paso puede generar dudas, pero también puede marcar un antes y un después en tu vida.
¿Te imaginas cómo sería despertar sin esa carga constante de ansiedad?
Reserva ahora tu primer espacio gratuito con una de nuestros terapeutas y conoce cómo podemos ayudarte a sentirte mejor.
Un abrazo,
Equipo CreSentia
Referencias
-
Barlow, D. H. (2002). Anxiety and its disorders: The nature and treatment of anxiety and panic. Guilford Press.
-
González, M. & Rodríguez, M. (2019). La ansiedad: una emoción universal. Medisur, 10(5), 510-519. Recuperado de http://scielo.sld.cu/pdf/ms/v10n5/ms19510.pdf
-
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2022). Trastornos mentales. Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-disorders