El apego evitativo es un fenómeno psicológico que puede pasar desapercibido hasta que comienza a afectar nuestras relaciones de manera evidente. En este mes de amor y amistad, es importante reflexionar sobre cómo nos vinculamos con los demás y entender si nuestro estilo de apego podría estar limitando nuestra capacidad de conexión. Para ello, primero es útil comprender qué es el apego y cómo influye en nuestras relaciones desde la infancia hasta la adultez.
Si sientes que evitas el contacto emocional, que te cuesta abrirte con los demás o que prefieres lidiar con tus problemas sin ayuda, es posible que este estilo de apego tenga un impacto en tu vida. Pero no estás condenado/a a relacionarte siempre de esta manera. Hoy te explicaremos en qué consiste el apego evitativo, cómo identificarlo y qué puedes hacer para fortalecer tus vínculos de manera más segura y saludable.

¿Qué es el apego evitativo y cómo se desarrolla?
El apego evitativo es un estilo vincular caracterizado por la evitación de la cercanía emocional y una tendencia a sobreracionalizar los eventos en lugar de experimentar y procesar las emociones. En términos simples, las personas con este estilo de apego tienden a distanciarse emocionalmente y a construir una barrera protectora frente a los demás.
Según Ainsworth (1978), Bowlby (1993), Hazan y Shaver (1987) y Serván (2023), el apego evitativo se aprende en la infancia. Se desarrolla cuando un bebé expresa su malestar y recibe respuestas distantes o rechazantes de sus cuidadores. Estas respuestas pueden manifestarse de diversas formas:
- Rechazo verbal: Frases como “no me molestes” o “no es para tanto”.
- Rechazo no verbal: Mirar hacia otro lado o ignorar el llanto del bebé.
- Falta de contacto emocional: Evitar el contacto físico y emocional cuando el bebé necesita consuelo.
- Rigidez emocional: No ceder ante el dolor o las necesidades afectivas del niño/a.
Como resultado, el/la niño/a aprende que expresar sus emociones no es seguro y desarrolla mecanismos de autoprotección emocional, llevándolos a evitar el contacto afectivo en la adultez.
¿Cómo saber si tengo un apego evitativo?
El apego evitativo puede manifestarse en diferentes aspectos de nuestras relaciones. Si te identificas con varias de las siguientes afirmaciones, es posible que este estilo de apego influya en tu manera de vincularte:
- Mantengo una actitud distante en conversaciones emocionales.
- Me cuesta comprometerme en relaciones serias.
- Prefiero resolver mis problemas solo/a en momentos difíciles.
- Mi pareja o amigos me han dicho que ignoro sus necesidades afectivas.
- Creo que los eventos importantes para mi pareja no son tan relevantes para mí.
- Evito hablar de mis emociones y necesidades afectivas.
- Siento que tengo una coraza emocional que me separa de los demás.
- Me incomoda el contacto visual en conversaciones importantes.
- Me cuesta expresar gratitud o afecto.
Si varias de estas afirmaciones resuenan contigo, no significa que algo esté mal contigo, sino que has aprendido a protegerte de esta manera. Algunas personas, en lugar de evitar la cercanía emocional, experimentan el extremo opuesto: el apego ansioso, caracterizado por el miedo a la pérdida y la necesidad constante de validación. La buena noticia es que puedes trabajar en ello y mejorar tus relaciones.


¿Cómo trabajar el apego evitativo y fortalecer tus relaciones?
Si has identificado que el apego evitativo es parte de tu estilo de vinculación, existen formas de gestionarlo y desarrollar relaciones más seguras y saludables. Algunas estrategias incluyen:
- Tomar conciencia de tu estilo de apego: Identificar cómo se manifiesta en tu vida es el primer paso para cambiarlo.
- Practicar la expresión emocional: Permítete hablar de lo que sientes, aunque al principio te resulte incómodo.
- Aprender a confiar en los demás: Construye vínculos seguros con personas que validen tus emociones.
- Realizar ejercicios de conexión emocional: Prácticas como la meditación, la escritura emocional o la terapia pueden ayudarte a abrirte emocionalmente.
- Explorar el acompañamiento terapéutico: Un profesional puede guiarte en el proceso de transformar tu estilo de apego en uno más seguro.
Recuerda que cambiar patrones aprendidos lleva tiempo, pero cada pequeño paso hacia la conexión emocional es un avance valioso. Con el trabajo adecuado, es posible desarrollar un apego seguro y construir relaciones más sanas y equilibradas.
¿Listo/a para transformar tu manera de amar?
El apego evitativo puede estar limitando tu capacidad de vivir relaciones auténticas y satisfactorias, pero no estás condenado/a a repetir los mismos patrones toda tu vida. En CreSentia, te acompañamos en el proceso de construir vínculos más seguros y significativos.
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Referencias
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Ainsworth, M. D. S., Blehar, M. C., Waters, E., & Wall, S. (1978). Patterns of attachment: A psychological study of the strange situation. Lawrence Erlbaum.
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Bowlby, J. (1993). El apego y la pérdida. Ediciones Paidós Ibérica.
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Hazan, C., & Shaver, P. (1987). Romantic love conceptualized as an attachment process. Journal of Personality and Social Psychology, 52(3), 511–524. https://doi.org/10.1037/0022-3514.52.3.511
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Serván, I. (2023). Desorganización del apego: Clínica y psicoterapia con adultos. Editorial Desclée de Brouwer.