Expresión de tristeza de parte de nuestros niños
Es muy fácil encontrarnos con comentarios indicando que un niño es pataletoso, mal portado o indisciplinado, pero detrás de todo eso, hay varias situaciones que pueden estar influenciando ese comportamiento, recuerda que somos seres sociales y desde pequeños lo que hacemos o nuestras emociones están siendo mediadas por lo que pasa en nuestro entorno. Hoy daremos un espacio para hablar de tristeza en nuestros niños.
Seguramente asocias la tristeza como un estado de ánimo bajo, el no querer hacer algunas actividades del día a día o el querer estar aislado de otras personas. Sin embargo, en nuestros niños más pequeños la tristeza no suele manifestarse así, usualmente podemos llegar a observar un mayor número de conflictos con sus compañeros, dificultades para concentrarse en clases, malas relaciones con los profesores y un cambio en la forma en que se expresan o hacen sus actividades del día a día. Queremos dejarte algunas señales de alerta o mayor atención: si llegas a observarlas en tu hijo o hija pueden decirte que algo está pasando con ellos, si no estás seguro igual puedes contactarnos
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Presencia reiterada de comportamientos asociados a agresividad (como golpes, empujones o mordiscos) con sus compañeros o demás niños de su edad -
Un mayor uso de juegos que impliquen el uso de la fuerza o incluso algunos momentos de juegos manipulativo en el cual el niño o la niña ponga a los muñecos a maltratarse entre sí. -
Constantes negativas para asistir al colegio, clases u otros espacios particulares como deportes y al momento de asistir a estas, una marcada disminución del deseo de explorar constante fatiga o reportes de cansancio ante el desarrollo de actividades. -
Expresiones de miedo y de ataque hacia sí mismo (como no soy bueno, los demás son mejores, soy un tonto) asociados a un mal desempeño pasado o a futuro, las cuales suelen coincidir, con una posible disminución en el desempeño habitual de sus actividades. -
Cambio en los patrones de alimentación, por un mayor o menor consumo, llanto constante, dificultad para dormir con presencia de terrores nocturnos, así como una marca inquietud motora y dificultad para estarse en un solo lugar o una sola actividad.
Recuerda, es normal observar alguno de estos comportamientos en tu hijo o hija, sin embargo, la presencia de varios de manera repetitiva, puede estar indicando una dificultad en alguna situación que este afrontando tu hijo o hija. Es importante promover la comunicación segura con tu hijo, recuerda validar sus emociones indicando lo normal que es sentirnos triste y que en familia podrá encontrar ese lugar seguro para expresar y comentar sus dificultades y aunque para nosotros los adultos, pueda llegar a no ser un problema relevante, para tu hijo si lo puede ser, atiende a su preocupación.
¿Sabes si estás cuidando de las emociones de tus niños? Aquí unos tips para realizarlo
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Atiende a los momentos en que él o ella, deseen hablar de una situación problema o algún conflicto, escucha y pregunta cómo se siente. -
Explora más allá del ¿Cómo estás?, ¿Cómo te fue hoy? Y haz preguntas que permitan una mayor expresión: ¿Cómo te sentiste en tus clases?, ¿Con quienes estuviste en el descanso? ¿Cómo estuvieron ellos? -
Habla de las emociones, su normalidad e incluso puedes dar ejemplos de situaciones vividas por ti, en las que hayas sentido tú, esas emociones.
El desarrollo emocional implica el identificar y saber qué hacer con nuestras emociones, sabiendo que es normal sentirlas, pero tenemos un poder de elección en lo que haremos en nuestro entorno. La mejor forma de aprender tan compleja habilidad es haciéndolo desde nuestros primeros años de vida, ayudemos a nuestros niños en la identificación de emociones en otros y en ellos mismos, ayudando a decidir lo mejor por hacer en esos momentos.
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