Esperamos que la hora de comida sea un momento de compartir, de calma y de disfrutar los alimentos. Sin embargo, al enseñar reglas en la mesa a nuestros hijos, podemos alejarnos de la armonía y convertirlo en una situación de tensión.
Al principio, nos reímos cuando los niños exploran la comida con sus manos o hacen gestos divertidos, pero con el tiempo esperamos que usen cubiertos, eviten derrames y mantengan buenos modales. La gran pregunta es: ¡Cómo lograrlo sin perder la calma?
La importancia de establecer reglas en la mesa
Antes de imponer normas, es importante entender que, entre los 7 y 12 años, los niños empiezan a desarrollar su relación con las reglas y los límites. Su comprensión del mundo y de sí mismos es mucho más clara, por lo que este es el momento ideal para explicar por qué es beneficioso:
- Usar cubiertos y servilletas.
- Sentarse correctamente a la mesa.
- Comer con tranquilidad sin desperdiciar alimentos.
Para que realmente funcione, elige un momento de calma, lejos de correcciones o regaños, y explícale con claridad lo que esperas de él. Es importante también escuchar su opinión y llegar a acuerdos en conjunto.
Cómo hacer acuerdos sobre las reglas en la mesa
Las reglas de la mesa deben ser un trabajo conjunto. Involucrar a los niños en el proceso los ayuda a entender su importancia y sentirse parte de la decisión. Aquí te dejamos un paso a paso para lograrlo de manera efectiva:
- Escoge un momento tranquilo para hablar sobre las reglas en la mesa.
- Define juntos las normas: por ejemplo, comer todos juntos, recoger los platos o evitar el uso de dispositivos móviles.
- Asignen responsabilidades: los niños pueden elegir acciones como limpiar la mesa, poner los platos o asegurarse de que haya servilletas y cubiertos para todos.
- Motiva su participación en la preparación de alimentos y reconoce sus avances con elogios positivos.
Un momento para conectar en familia
Más allá de las normas, la hora de la comida es una oportunidad para fortalecer la relación familiar. Crear un ambiente acogedor y libre de tensiones hace que los niños disfruten más este momento y aprendan con naturalidad.
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